Un estudio reveló en Inglaterra que más de la mitad de los papás deja que sus hijo jueguen videojuegos clasificados para adultos sin ningún tipo de preocupación o noción del contenido que puede ofrecer los títulos.

De acuerdo a los resultados de una encuesta realizada por la organización Chidlcare a un poco más que 2000 padres del Reino Unido, el estudio terminó por concluir qué, al menos la mitad de ellos, permitían que sus hijos jugaran juegos clasificados para mayores de 18 años sin saber lo que ellos estaban jugando o lo que se podían encontrar.

De acuerdo con la organización que realizó el estudio, solo el 18% de los encuestados dijeron que les permitirían a los niños de 10-14 años ver una película para mayores de edad. En otras aristas fue el 86 %, que admitió que no siguen las restricciones de edad para los videojuegos, mientras que el otro 23% sólo no seguía las advertencias en películas.

La conclusión del estudio dictamina que son los mismos padres que han notado un cambio de comportamiento y visto así, a sus hijos con un tono más agresivo desde que los mismos se han visto influenciados por entregas que abarcan temas como el sexo, drogas y la violencia.