El 26 de enero de 2017 el señor de 60 años de edad salió del restaurante que su familia posee en Chesapeake, Virginia, y se dirigió a la casa club de la comunidad en el suburbio de River Walk, lugar bien conocido por los jugadores locales de Pokémon Go! como un “gimnasio” donde podían sumar puntos extra compitiendo en batallas virtuales. Según los fiscales, Chen estaba sentado solo frente al edificio en su monovolumen azul alrededor de las 11 p.m. cuando Johnathan Cromwell, de 21 años, un guardia de seguridad, se detuvo y lo enfrentó por haber traspasado horas y horas. Chen puso el auto en reversa.

Cromwell disparó 10 tiros en rápida sucesión, perforando el parabrisas de la minivan. Cinco de las balas alcanzaron a Chen en la parte superior del brazo y el pecho. Murió antes de ser llevado a un hospital.

En las semanas siguientes del suceso los activistas chino-estadounidenses comenzaron a realizar protestas con carteles que exigían “Justicia para el abuelo Chen”. La investigación tuvo dos narrativas diferentes: el abogado de Cromwell sostuvo que había actuado en defensa propia, temiendo que Chen, a quien se le había advertido previamente sobre la entrada ilegal en la casa club, lo cortaría con su vehículo. Una versión alternativa, apoyada por la familia de Chen, sostenía que el inmigrante chino desarmado no había presentado ninguna amenaza para nadie y simplemente podría no haber entendido las órdenes de los guardias de seguridad de irse, porque entendía pocas palabras en inglés además de “lo siento” y “adiós”.

En un juicio penal que concluyó la semana pasada en Virginia Beach, los jurados se pusieron del lado de los familiares de Chen, cuya narrativa fue respaldada por fiscales y policías. El lunes, el jurado recomendó que Cromwell, ahora de 23 años, enfrente a 30 años de prisión, luego de encontrarlo culpable de asesinato en segundo grado y de usar un arma de fuego para cometer ese asesinato. La sentencia tendrá lugar el 24 de junio.

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